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lunes, 29 de noviembre de 2010

esperar

¿Qué pasa para que le moleste esperar?
Siempre le había fastidiado la sensación de estar perdiendo el tiempo.

Recordó al mercader del Principito, que vendía pastillas para no tener que perder el tiempo tomando agua. Uno podía ahorrar hasta veinte minutos en una semana, según promocionaba el mercader. Y el Principito había pensado: <<Si yo tuviera veinte minutos libres los utilizaría para caminar lentamente hacia una fuente>>.

<<Perdiendo el tiempo…-se dijo-¿Cómo se puede perder lo que no se posee?¿Cómo se puede conservar lo que no es posible retener? Si pudiera elegir… ¿Que querría hacer si dispusiera de veinte minutos más?>>

Sonrió.




Acomodó su espalda contra la pared y siguió mirando la calle. Vio coches que circulaban más espaciados: uno gris, otro azul y otro blanco, una camioneta marrón, una moto, un coche enormemente negro, y luego, durante unos instantes, nada.

De pronto, la calle estaba vacía de coches.
De pronto, su mente estaba vacía de pensamientos.
Se sintió sereno, y su sonrisa se extendió a cada músculo de su cara.

Ella tardó todavía unos minutos más: Quince...Veinte..Quien sabe.

Él no registraba el paso del tiempo. Todo su universo estaba conformado por él, la calle y el descubrimiento del vacío.

3 comentarios:

  1. cuantas cosas se me ocurriria hacer si tuviese muchas veces 20 minutos de mas! q bonito texto!
    pasate por mi blog!un saludoo

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  2. Me he sentido tan identificada con esa manera de usar el tiempo dilatándose en el espacio...

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