- Entonces ¿Qué hacemos con los pocos días que nos quedan?
- Sólo se que quiero pasar cada minuto del resto de mis días contigo.
(Nunca pense que llegaría de decir eso).
Jamás pensé en conocer a alguien así, con ese don de la imaginación, poder aislarte de todo con una par de palabras.
Cada día era capaz de sorprenderle con nuevas historias y preguntas sin respuestas, era capaz de hacer reir a cualquiera. No es que me lo dijese,todo esto lo notaba. Nadie jamás me llegó a conocer tanto.
Aún recuerdo esos pequeños comentarios que hacía, y yo finjía no oir.
Cuando decía que yo era lo más precioso que había visto, que le daba igual dónde estar mientras estuviese conmigo, cuando decía todo eso mi cuerpo se estremecía ;y le quitaba importancia a sus palabras, lo decía sin malicia, como si fuera lo más normal del mundo, como si fuera obvio quererme.
Nunca le presioné, nunca le hize preguntas incómodas, no le forzé a que me diese una respuesta y nunca le pregunte si me quería.
A veces llegaba a sentirme realmente mal, pues estaba dispuesto a quererme el resto de sus días, y me lo decía sin parar ,no esperaba nada a cambio, él era feliz por el simple hecho de estar conmigo aunque fuese un solo segundo.
Entonces me dijó aquellas palabras que tanto ansiaba oír, ni lo pensé, esta vez me quedaba y no pensaba huir.
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